Puxagallery celebró el fin de año 2023 y la entrada en 2024 con un encuentro colectivo titulado Habitación propia, para apostar por el espacio interior de las cuatro autoras elegidas. La muestra patenta la capacidad para romper moldes y la indudable potencia expresiva de las obras recientes de Marta Beltrán, Sandra Paula Fernández, Mar Solís y Florencia de Titta, con distintas disciplinas, materiales, formatos y soportes.
La obra inconfundible de Marta Beltrán explora la expansión del dibujo como registro cotidiano, con piezas como la pintura en gran formato Garra, una de las seleccionadas en el último Premio BMW. La artista granadina reinterpreta imágenes procedentes del cine para albergar contenidos emocionales y fantasías deudoras de la reparación femenina y del trabajo propio. Un diálogo que fluye desde lo figurativo, como ocurre también en las composiciones de la asturiana Sandra Paula Fernández que ofrece en Puxagallery sus espectaculares pinturas-collages sobre dibond, repletas de iconos derivados de los medios de masas, que denuncian la literatura patriarcal de nuestro tiempo o las cargas sexistas de la sociedad. Su Blancanieves guerrera es la maestra de ceremonias, para romper estereotipos.
En la obra de Mar Solís nada es lo que parece. Los últimos e inéditos trabajos de la artista madrileña focalizan su fuerza compositiva a partir de una suerte de sol-homenaje a los que se fueron, que ilumina dibujos y esculturas para fundirlos en un todo, volúmenes que se retroalimentan para dialogar con la sala, entre estructuras germinales y juegos poéticos. Arte versus ciencia, una vez más, en manos de esta creadora de espacios mágicos, entre la potencia expresiva y la delicadeza. Elegancia y sutileza que también inundan la propuesta en pequeño formato de la italo-argentina Florencia de Titta, que recoge un diario de formas domésticas y ritos ancestrales. Son, en suma, cuatro proyectos que abogan por la capacidad del ser humano para defender la libertad personal a la hora de crear arte, dentro y fuera del taller, de la habitación o de la propia vida que es, en esencia, donde se traducen a contundentes realidades cada uno de los trabajos de estas cuatro artistas, tan singulares como sorprendentes.